En esta ocasión trataremos el tema de la adicción desde una perspectiva familiar, donde el síntoma en el consumo de alguna sustancia afecta al sujeto; sin embargo, también hay diversos factores familiares que interfieren en la dinámica y afectan a todos los integrantes de la misma. Para dicho análisis utilizaremos una película con el título en español “Cuando el amor no es suficiente” protagonizada por Winona Ryder y Barry Pepper, la trama es la historia real del fundador de Alcohólicos Anónimos, Bill Wilson y su esposa Louis; cabe aclarar que desde mi perspectiva psicológica no se está en contra de esta asociación, pues puede contribuir a la cura del alcoholismo si es incluida con otros tratamientos alternos.
En la película se puede observar la dinámica tradicional en una familia con dificultades de un adicto, donde él muestra resistencia a dejar el alcohol; la familia busca ayudarlo de cualquier forma, pero no tiene las herramientas necesarias para solucionar el problema. Estas actividades muchas veces pueden ser contraproducentes, es decir, el problema se agrava al pensar que el adicto es el único que necesita tratamiento, por lo consiguiente se le estereotipa o se le tacha de enfermo e irresponsable; sin encontrar en uno mismo responsabilidad para actuar de manera asertiva y mejorar como ser humano, alejándose de relaciones destructivas (lo cual también puede ser una adicción).
En la película observamos como Louis vive con la ilusión de que su pareja puede cambiar, manifestando varias estrategias para lograrlo, amenazas, chantajes, reproches, mentiras, son las prácticas más recurrentes para intentar “cambiarlos”, sin embargo se olvida que el primer paso en cada ser humano es cambiar uno mismo, es decir el amor propio es la prioridad en cada sujeto, y “amor” no significa chantajes, manipulaciones o guerras. Incluso existen personas que se alejan del adicto y posteriormente tienen una relación con las mismas características, hasta que se empoderan, aceptan su responsabilidad en cada acto y trabajan para la solución, una paciente lo lograba cuando me dijo: “hasta ahora me di cuenta que necesito ayuda, ya no quiero obligarlo a venir a terapia, mejor vengo yo”.
Louis busco muchas alternativas, y cuando Bill dejo de beber ella seguía siendo la misma; enojándose de la misma manera, haciéndose la víctima como antes, manipulando de forma idéntica. Posteriormente, al encontrar con quién hablar (método básico para el principio de la cura) comenzó a sentir que alguien más la entendía, cuando empezó a hablar con las esposas de los otros alcohólicos abrió los ojos ante los errores que ella había cometido, y efectivamente, todos cometemos errores, pero es más fácil que la familia se los adjudique todos al adicto; y en realidad solo es el chivo expiatorio, el síntoma esta en él, pero la enfermedad en toda la familia.
Se puede observar que cada quien es dueño de su propia vida, el adicto podrá encontrar cura exclusivamente cuando él ya no pueda más y busque ayuda, la que sea pero lo busque y con este paso el tratamiento lograra sus resultados; de igual forma los familiares tienen que buscar su evolución como individuos, saber cómo funcionan para mejorar después sus relaciones interpersonales y así vivir sin la carga de una enfermad. En posteriores textos continuaré la descripción de la dinámica familiar y comenzaré los pasos de la recuperación, por ahora podemos tener claro que muchas veces el amor no es suficiente, para la cura se necesita la conjunción de varios factores, pero el amor nunca dejara de ser importante.
Enrique Valentín
Línea de Psicología 